Cómo cuidar arreglos florales con rosas

Las rosas son el símbolo universal del amor y la elegancia. Un arreglo floral con rosas puede transformar cualquier espacio y transmitir emociones profundas. Sin embargo, para mantener su frescura y belleza, es importante darles los cuidados adecuados. En Flores.Guru te compartimos los mejores consejos para alargar la vida de tus rosas.
1. Cambia el agua con frecuencia
El agua fresca es esencial para que las rosas se mantengan radiantes. Cambia el agua del florero cada 24 horas y asegúrate de limpiar bien el recipiente antes de volver a llenarlo.
2. Corta los tallos en ángulo
Con unas tijeras limpias, corta los tallos en un ángulo de 45°. Esto mejora la absorción de agua y ayuda a que las rosas se mantengan hidratadas.
3. Retira hojas sumergidas
Las hojas que quedan bajo el agua favorecen la proliferación de bacterias. Retíralas para mantener el agua limpia y fresca por más tiempo.
4. Ubicación ideal
Coloca tu arreglo en un lugar fresco, alejado de corrientes de aire, luz solar directa o fuentes de calor. Esto evita que las rosas se marchiten prematuramente.
5. Nutrientes adicionales
Agrega alimento floral al agua o prepara una mezcla casera con una cucharadita de azúcar y unas gotas de limón para dar energía a las flores.
6. Retira flores marchitas
Quitar las flores que comienzan a deteriorarse ayuda a prolongar la frescura del resto del arreglo floral de rosas.

Conclusión
Cuidar un arreglo de rosas no requiere grandes esfuerzos, solo constancia y pequeños detalles. Con estos consejos, tus flores se mantendrán frescas, elegantes y llenas de vida. En Flores.Guru ofrecemos arreglos de rosas a domicilio en CDMX, perfectos para sorprender en cualquier ocasión.
Preguntas frecuentes
¿Cuánto tiempo duran las rosas en un arreglo?
Con los cuidados adecuados, las rosas pueden durar entre 7 y 10 días frescas en un florero.
¿Se deben usar conservadores florales?
Sí, ayudan a prolongar la vida de las rosas y a mantener el agua libre de bacterias.
¿Es mejor usar agua fría o templada?
Lo ideal es usar agua fresca a temperatura ambiente, evitando tanto el agua muy fría como la muy caliente.