Cómo conservar frescas tus flores por más tiempo

1) Agua y limpieza del florero

• Lava el florero con jabón neutro y enjuaga muy bien antes de usar.
• Usa agua fresca a temperatura ambiente y renuévala cada 48 horas.
• Retira hojas sumergidas: aceleran la descomposición y enturbian el agua.

2) Corte de tallos

• Con tijeras de florista o cuchillo afilado, realiza un corte diagonal de 1–2 cm al recibir el arreglo y cada 2–3 días.
• En tallos leñosos (p. ej., rosas) un corte limpio mejora la absorción.

3) Ubicación: luz, temperatura y corrientes

• Coloca el arreglo con luz indirecta y temperatura estable (18–22 °C).
• Evita sol directo, salidas de aire, hornos o ventanas con corrientes.
• Manténlas lejos de frutas maduras: el etileno acelera el marchitamiento.

4) Nutriente/condicionador

• Si tu arreglo incluye sachet de nutriente, disuélvelo siguiendo las proporciones.
• Sin nutriente, compensa con cambios de agua más frecuentes y cortes de tallo.

5) Consejos por tipo de flor

6) Señales de alerta y mantenimiento

• Si el agua se enturbia o huele, reemplázala de inmediato y limpia el florero.
• Retira flores marchitas para evitar que contaminen a las demás.
• Rocía ligeramente (mist) en flores que lo toleren para mantener hidratación ambiental.